Tu cara está pegada a la almohada, te miro, no te das cuenta, porque estás durmiendo, estarás soñando con el mar? Siempre hablas del mar, dices que es bonito, eso dices, yo no lo conozco. Esos aros me gustan, tienen forma de alas, te los saco despacio, no te das cuenta. Quiero verlos cerca de la ventana, pero si me levanto te despertarás, comenzará todo de nuevo, como cada día, no quiero eso, quiero que duermas, total, ya estás atrasada para el trabajo. Intentaré algo mejor, te sacaré ese anillo de madera; con cuidado... ya no te despiertas, por suerte.
Ahora me miras, pero no ves, porque tus ojos están cerrados, y duermes, ahora, sueñas con la nieve, tu no conoces la nieve, yo sí, es como agua, se desarma entre las manos, y después las manos se ponen rojas y a veces duelen, después da calor, es raro; bueno, sé que sueñas con la nieve porque tu cabeza está en dirección a la otra ventana.
Me gusta mirarte así, no sabes que te miro, y no inventas nada, no te escapas... no te pones como nieve, te pones como mar.
relato de julio de 2005, ahora que soy nieve, quisiera ser mar... un rato al menos....
3 comentarios:
es como de otra parte...no sé, se parece a una cosa que leí hace tiempo
¿qué miras tonto? eso está grabado en algún sitio de mi cabeza.
será que te pasó ?
quiero ser bote.
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